Rafael García Mozo
¿Cuál es la necesidad social de edificar ese muro de viviendas cuando en Gijón hay miles vacías?¿Quién va a comprar un piso en Cabueñes, que se supone no serán baratos? ¿Qué compromisos hay entre nuestros políticos y los constructores? ¿Por qué tienen tan poca visión de futuro y tan poca sensibilidad medioambiental?
Nos quedara el Jardín Botánico -rodeado de torres- como un recuerdo de pago de lo que fue el orgullo de todos los gijoneses: nuestro entorno rural. Y entonces quizás también quieran cubrirlo de cristal.
Todavía están a tiempo de entrar en razón. La historia y nuestros hijos les juzgarán.
Publicado en El Comercio el 1 de mayo de 2008