Literatura contra un «muro» de pisos

Literatura contra un «muro» de pisos
Viernes 18 de abril de 2008

La Plataforma de Cabueñes llevó su lucha urbanística a la escena pública con la entrega, a Areces y Felgueroso, de dos libros que promueven el crecimiento sostenible

Miriam SUÁREZ

La Plataforma Ciudadana contra el Muro de Cabueñes saltaba ayer a la acción con un acto simbólico en el que se vieron implicados el presidente del Principado y la alcaldesa de Gijón. Aprovechando su visita a la parroquia para la inauguración de un nuevo edificio del Parque Tecnológico, miembros del colectivo les hicieron entrega de dos libros que apuestan por el crecimiento sostenible de las ciudades, «para que reflexionen». Era la primera vez que los vecinos llevaban su lucha contra el plan urbanístico de Cabueñes a la escena pública. A Vicente Álvarez Areces le regalaron «La tierra herida», de Miguel Delibes, y «El hombre que plantaba árboles», de Jean Giono. Y a Paz Fernández Felgueroso, otro ejemplar de este último libro. Ambos libros promueven valores ambientales y ecológicos. «Queremos que piensen en la importancia de sus decisiones para la conservación del patrimonio natural y paisajístico. De sus actos tendrán que responder ante las futuras generaciones», advierte la Plataforma de Cabueñes. El plan urbanístico contra el que se están remontando los vecinos supondrá la construcción de unos 600 pisos en la parroquia. Los edificios previstos tendrán cuatro, cinco y seis alturas. El proyecto incluye, además, un vial de cuatro carriles y 50 metros de ancho. «Todavía nadie nos ha explicado las razones de este urbanismo tan salvaje», se lamentan los vecinos, que han contratado el asesoramiento de abogados especializados para interponer alegaciones y medidas legales.El presidente regional se comprometió a informarse sobre su situación. En cuanto al Ayuntamiento, será el concejal de Urbanismo, Pedro Sanjurjo, quien recoja las críticas de la Plataforma Ciudadana contra el Muro de Cabueñes, en una reunión prevista para el próximo miércoles.

Constitución de la Plataforma

MANIFIESTO DE CONSTITUCIÓN DE LA PLATAFORMA CIUDADANA CONTRA EL MURO DE CABUEÑES

El pasado jueves 10 de abril quedó constituida por vecinos de la zona la Organización No Gubernamental denominada “PLATAFORMA CIUDADANA CONTRA EL MURO DE CABUEÑES”.

Su nacimiento no es casual, y tiene su razón de ser en la decidida oposición vecinal y ciudadana a la actuación urbanística, aprobada inicialmente por el Ayuntamiento de Gijón, prevista por este Ayuntamiento para la parroquia de Cabueñes.

Dicha intervención urbanística, a juicio de esta Plataforma, reúne visos de gravedad por varias razones: carece de lógica, al proponer la creación de un núcleo urbano desmesurado en un área rural y residencial consolidado sin justificación de peso que lo avale, es desmedida, al plantear alturas de hasta 6 plantas en una zona de innegable valor paisajístico y un vial de unos 50 metros rompiendo la vida de la parroquia, y significa una flagrante agresión al medio ambiente, que repercutirá negativamente en la vida de todos los ciudadanos gijoneses.

Supone, sin duda, una arbitrariedad y un atropello contra la vida de los vecinos de Cabueñes y de Gijón, de consecuencias irreparables, constituyendo la ejecución del Plan, de hacerse tal y como está concebido, un perjuicio incalculable contra el medio ambiente de imposible reparación en el futuro.

Curiosamente, este tipo de actuaciones agresivas contra el medio ambiente, contradicen la línea marcada por el presidente del Gobierno de España, D. José Luís Rodríguez Zapatero, en su firma lucha contra el cambio climático y el desarrollo y conservación sostenible de los entornos.
Así lo señaló recientemente, en la presentación del nuevo Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, el pasado 12 de abril de 2008, cuyo cometido será:

Gestionar integralmente el territorio para garantizar que quienes viven en él aseguren su protección”. Se trata, dijo el presidente del Gobierno, de "asegurar al mismo tiempo desarrollo y conservación, desarrollo para progresar hoy, y conservación para seguir progresando mañana".

En esta misma línea, las declaraciones del presidente del Gobierno han sido igualmente contundentes respecto al cambio climático, del que se ha postulado como firme defensor en los foros internacionales. El pasado 7 de abril del 2007, afirmaba:

El gobierno que presido va a llevar a delante una política firme en la estrategia contra el cambio climático. Vamos a ser inflexibles para hacer que se respeten nuestras condiciones medioambientales”.

Paradójicamente, el Ayuntamiento de Gijón, gobernado por el mismo partido político que preside el gobierno de la nación, contradice la estrategia elaborada por el presidente del Gobierno, al pretender ejecutar una intervención urbanística que destruirá una importante masa verde del municipio, que actúa como un importante sumidero de CO2. Igualmente, la agresiva intervención urbanística planteada por el Ayuntamiento para la zona rural de Cabueñes, vulnera el principio de “conservación y desarrollo” propugnada por el Presidente Rodríguez Zapatero

Dejamos claro que esta plataforma no se crea con ningún interés oscurantista o retardador de proyectos que puedan redundar en beneficios para las personas, sino que consideramos que el proyecto que nos ocupa, así como cualquier otro en el que no se tengan en cuenta la defensa medioambiental, no debe realizarse en los términos propuestos.

Es objetivo primordial de esta Plataforma lograr la máxima difusión de nuestros planteamientos, así como abrir un debate sobre los mismos, impidiendo que se vulneren las normas, no solo de la legislación actual, sino del sentido común y la realidad medioambiental existente.

De la misma forma, es nuestro objetivo acercar nuestras posiciones a cuantas personas, Asociaciones, Instituciones, Partidos Políticos, Sindicatos, Gremios, etc, para conjuntamente introducir argumentos medioambientales que impulsen un desarrollo lógico y adecuado de los recursos existentes, compaginándolos con el respeto a la naturaleza y a la vida de las personas.

No abandonamos a priori ninguno de los recursos que nos permitan defender nuestra postura y estamos abiertos al diálogo con los responsables de los proyectos, para poder analizar y si es posible acercar posiciones que, en principio, puedan parecer contrapuestas o contradictorias. Pero si nos planteamos llevar hasta sus últimas consecuencias nuestra actividad en defensa del medio ambiente que nos rodea, siempre dentro de la legalidad vigente.





Noticias de prensa en La Nueva España y El Comercio

Los vecinos se unen en una plataforma

Los vecinos se unen en una plataforma contra el plan urbanístico de Cabueñes


El colectivo vecinal califica de «aberración» y «desastre» el proyecto de hacer bloques de pisos en la zona
M. SUÁREZ

«Tomaremos todas las medidas que sean necesarias para deshacer este desastre», que es como se refieren los vecinos de Cabueñes al plan que transformará el perfil de la parroquia con edificios de cuatro y cinco alturas. La primera medida se adoptaba este mismo jueves, con la creación de una plataforma que tendrá como único objetivo luchar contra el nuevo diseño urbanístico de la zona.
El colectivo, promovido por la asociación vecinal La Pontica, buscará asesoramiento para poder atacar el proyecto desde el flanco jurídico, como paso previo a otras acciones reivindicativas más sonoras. «Es increíble que a alguien se le ocurra semejante aberración en una zona verde como ésta», criticaba ayer Ana García, recientemente elegida presidenta de la Asociación de Vecinos La Pontica.
El plan parcial de Cabueñes recibía la aprobación del gobierno municipal el pasado 4 de marzo. La operación dará carácter urbano a casi 254.000 metros cuadrados de terreno, donde se construirán 655 viviendas, la mayoría distribuidas en bloques de cuatro y cinco alturas, aunque también está previsto un edificio de seis plantas. Los vecinos consideran que las nuevas construcciones «supondrán una barrera infranqueable para el corredor natural existente entre el monte Deva, el alto del Infanzón y el río Ñora hasta el campus universitario, el Jardín Botánico y la Carbayera del Tragamón».
Está proyectada, además, la construcción de un bulevar de cuatro carriles con enlaces a todos los equipamientos existentes en la zona. La obra favorecerá la ampliación del Parque Científico, el Hospital de Cabueñes y el colegio de la parroquia. La plataforma de La Pontica se pregunta, sin embargo, «¿dónde están los estudios que avalan la necesidad de un vial tan descomunal?» y «¿por qué en Deva se crea un falso túnel para preservar los valores naturales del entorno y en Cabueñes se opta por la destrucción de hectáreas de suelo verde?».


Publicado en La Nueva España el 15 de marzo de 2008

«serán como un muro»

Vecinos de Cabueñes rechazan los doce edificios de cuatro plantas porque «serán como un muro»



Alegarán contra el plan parcial y anuncian que acudirán a «todas las instancias necesarias» para evitar su desarrollo Dicen que tres promotoras han adquirido ya casi todo el terreno, a precios que alcanzaron «los 300 euros el metro»

Al plan parcial que prevé la construcción de unas 600 viviendas en la parroquia de Cabueñes y de un vial de cuatro carriles le ha salido un enemigo: el vecindario. Movilizados ya durante la tramitación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), documento que anunció este desarrollo urbanístico, volverán a hacerlo ahora. Porque lo cierto es que no les gusta casi nada de él, al menos ninguno de los aspectos principales del proyecto. Ni los bloques, ni el vial que ya han bautizado como 'carreterona'. Respecto a los edificios de viviendas, lo tienen claro: «Nos van a poner un muro de cinco alturas». Se refieren así a los doce edificios previstos de cuatro plantas más bajo, además del inmueble de cinco plantas.

Por eso, esa será una de sus principales reivindicaciones a la hora de redactar las alegaciones, en cuanto el plan sea publicado en el BOPA. Aunque, al menos en un principio, no van a pedir una reducción concreta de las alturas, porque su máxima preocupación es estudiar si «el plan cumple toda la legalidad vigente». Se refieren no sólo a la cuestión de las alturas (limitadas en la zona rural), sino también al ancho del vial, a las distancias de éste respecto a equipamientos ya existentes, como el colegio, del que quedará «a sólo 60 metros». Creen que el plan especial debería ir acompañado de un estudio de sombras, de contaminación lumínica, de volumen de tráfico.

Ese será, por lo tanto, el primer paso. Pero, para ello, deben tener antes en sus manos el expediente completo, del que aún no disponen. Llegarán después las alegaciones, y habrá más, advierten. «No nos vamos a quedar ahí. Acudiremos a todas las instancias necesarias». Quienes así hablan son la presidenta y el ex presidente de la Asociación de Vecinos La Pontina, Ana García y Xico Cifuentes. Éste último recuerda que, ya en las alegaciones presentadas en su día al PGOU, «pedimos quedarnos con la misma edificabilidad que estábamos y en eso vamos a insistir». Cifuentes llama también la atención sobre las justificaciones de levantar más de 600 viviendas en la parroquia, en terrenos la mayoría privados, «cuando el Ayuntamiento tiene mucho suelo libre, en la Pecuaria de Somió».

Tampoco ven la necesidad del vial de cuatro carriles, ya que «es mentira que al Hospital de Cabueñes venga mucha gente de Carreño y además va a contar con una estación del metrotrén que, se supone, va a ser el medio de transporte 'estrella' para venir al hospital». Es decir, todas las explicaciones dadas hasta ahora son, para los vecinos, «disculpas peregrinas».

Y eso, teniendo en cuenta que, tal y como insisten una y otra vez, «no nos oponemos a que la ciudad crezca, es evidente que tiene que crecer, pero de una manera armónica con el paisaje». Los edificios de cuatro plantas más bajo y el bloque de cinco más bajo, dicen, no cumplen ese requisito. Están seguros de que «nos van a quitar la vista de todo», que «la torre de la iglesia va a quedar anulada» y que Cabueñes «va a ser un Viesques».

Todo comprado

Esa es la parte reivindicativa. Porque hay otra, la de los propietarios que han llegado a acuerdos con las tres promotoras que desarrollarán el proyecto. Y lo cierto es que son la inmensa mayoría de los afectados, tal y como reconocen en la asociación vecinal. De hecho, según sus informaciones, tan sólo queda una propietaria por vender. Se trata de Luisa Tomás, una vecina de 80 años que tiene una parcela de 472 metros cuadrados. El resto, todo comprado, desde que hace ya cuatro años las promotoras comenzaron a hacerse con opciones de compra sobre el suelo. En este tiempo, dicen los vecinos, «han invertido ya más de 30 millones de euros». Y es que, al parecer, «las promotoras llegaron a pagar hasta 300 euros el metro cuadrado».

Según las informaciones de las que disponen los vecinos, las empresas que desarrollarán el plan son Reyal Urbis, Promociones Moro y un grupo gallego que fue el primero en hacerse con suelo. Después se ha unido una cuarta promotora que, al parecer, se hizo con una finca de 50.000 metros cuadrados por la que había peleado en los tribunales el Ayuntamiento. Ahora, los vecinos dudan de que los constructores tengan prisa por levantar las viviendas, pero «sí el Ayuntamiento por hacer el vial».

Publicado en El Comercio el 16 de marzo de 2008

«Quisiera morir aquí»

Luisa Tomás no ha llegado a un acuerdo con los promotores del plan. Casi 50 de sus 80 años los ha vivido en la parroquia

A sus 80 años «y algo más» tiene el Larousse encima de la mesa para averiguar qué significan las «letras y letras» de la notificación que recibió el viernes. Era del Ayuntamiento. Le informan del plan parcial aprobado por la junta de gobierno y que prevé construir unas 600 viviendas en Cabueñes, además de un vial de cuatro carriles. Luisa Tomás está afectada por el proyecto, aunque no sabe en qué medida. Vive, desde 1969, en una parcela de 472 metros cuadrados cercana al colegio de Cabueñes. Pero a la parroquia llegó antes. Hace 49 años. «Lo sé bien porque la hija vino con 13 meses aquí y cumplió ahora 50 años».

Por los planos que ha visto hasta ahora, imagina que su viviendas es el área donde se ubicará una zona verde colindante a terrenos reservados para la ampliación del centro escolar. Una zona verde por la que, al parecer, pasará un carril bici. «Eso me han dicho, que van a pasar por aquí las bicis». Y en esos planos, dice, su casa no aparece.

A Luisa no le gusta el plan urbanístico de la parroquia. Está nerviosa, pero recuerda perfectamente que «la constructora gallega vino hace cuatro años. Me preguntaron si me podían hacer una oferta. Les pregunté si me daban una casa como ésta, con el mismo terreno, en un lugar cerca de Gijón. No volvieron a llamar». No había vuelto a saber nada del tema -exceptuando las informaciones publicadas- hasta que llegó la notificación del Ayuntamiento. De hecho, Luisa es la única propietaria que aún no ha llegado a un acuerdo con los promotores. Y si el acuerdo pasa por dejar su casa, no está muy dispuesta a que llegue. «Quisiera morir aquí».

El caso de Luisa Tomás es especial dentro de todos los propietarios que están afectados por el proyecto, no sólo por la edad y el tiempo que lleva viviendo en la parroquia, sino porque es la única casa habitada que está afectada por este plan urbanístico. También por eso la negociación es más difícil. Ella sabe que el proyecto está ahora en información pública, y que puede presentar alegaciones «después de que se publique en el Boletín Oficial». No es la primera vez que se enfrenta a algo así. Recuerda que, hace unos años, un vecino de la parroquia quiso llevar a cabo un plan urbanístico. Ella no estaba interesada. Aún así, un notario llegó a su casa para que firmara unas escrituras. «¿Yo por qué tenía que firmar algo con lo que no estaba de acuerdo?» Aquel plan, finalmente, no se llevó a cabo. Pero ahora las cosas son distintas. «No le veo salida», dice.

«Van a estropear esto»

Al margen de lo que a ella le afecta personalmente, Luisa se lamenta de que «van a estropear Cabueñes, eso ya se sabe, con todos esos monumentos que van a hacer». Se refiere a los bloques de cinco alturas.

Luisa habla junto a su hijo y su nuera. Ella vive sola, pero durante el fin de semana, la acompaña la familia. La llevan a la compra. Atienden un poco las plantas que ella dice tener muy descuidadas. «La gracia ya no es la misma», lamenta. Insiste ante ellos que está muy nerviosa. Ante ellos y ante un grupo de vecinos que la visitan y la animan a «defender lo tuyo». Lo hará, pero insiste en que llevaría mal ir a un piso. Porque sólo sale de su casa en Nochevieja, para cenar con su hija y el día de Año Nuevo, después de comer, quiere volver a la parroquia.

Ana García, presidenta de la asociación de vecinos La Pontica, es una de las que charla con ella. Luisa pide que la mantengan informada de las próximas reuniones. La última fue el jueves y en ella decidieron crear una plataforma para oponerse al plan parcial. «No pensábamos que hubiera tanta gente preocupada», dice García. Y es que si se le pregunta a la presidenta vecinal cuántos afectados hay por el plan, contesta rápidamente que «afectados estamos todos. Además, no es sólo un problema de Cabueñes, es de todas las zonas rurales».


Publicado en El Comercio el 16 de marzo de 2008