no se precisa ni el vial planteado ni las viviendas ni los usos asociados en los nuevos ámbitos urbanizables de Cabueñes

Alegaciones al Plan General de Ordenación
Los ecologistas piden que se genere un "gran pulmón verde" para la zona Oeste
Equo y la Plataforma Contra la Contaminación reivindican un parque en el suelo del plan de vías y que se elimine la barrera ferroviaria desde Veriña

R.VALLE 

"Una gran área verde de conexión ciclopeatonal, ocio y pulmón para la zona más castigada de la ciudad, que tenga en cuenta la unión de toda la línea costera, la zona del plan de vías y todo el área de Jove/Xove". Esta propuesta pensada para la zona Oeste de Gijón se transforma en alegación coincidente de varios colectivos de defensa del medio ambiente de cara a reformar el documento de aprobación inicial del Plan General de Ordenación. En esa alegación sintonizan, por ejemplo, Equo Gijón y la Plataforma contra la Contaminación de Xixón.

No es la única coincidencia, ni la única propuesta para los barrios de la zona Oeste. Por ejemplo, y en el ámbito de la movilidad, se reivindica la eliminación de la barrera ferroviaria desde Veriña y la línea de El Musel, la conexión de Veriña con vías peatonales y carril bici o la formulación de alternativas a la comunicación actual por la avenida del Príncipe de Asturias. La idea de trabajar en la zona Oeste de la ciudad tiene mucho que ver con lo altos niveles de contaminación que allí se sufren, sobre todo, por la acumulación de industria.

También coinciden ambas organizaciones en la defensa del suelo público en ámbitos básicos de la ciudad como el área del plan de vías y la fachada marítima, en la exigencia de acceso público en concesiones para beneficio privado como el Club de Regatas, en la reserva de parte del actual parque de edificios para una rehabilitación con criterios de consumo energético casi nulo, en el fomento del empleo y las actividades económicas verdes, en la instalación de compostadoras "in situ" en zonas verdes, en la cesión de suelo público para el cultivo vecinal en huertos urbanos y en el recurso a materiales y técnicas de trabajo ecológicas en la construcción de calles y espacios públicos en Gijón.

A la hora de hablar de zonas verdes, la Plataforma contra la contaminación de Xixón piensa también en el suelo liberado de las vías -el solarón- como en el "gran parque central" de Gijón con conexiones peatonales y ciclistas que cosa el espacio que, en un tiempo, hizo de barrera física entre barrios de la ciudad. Y se reivindica a través de sus planteamientos al Plan General de Ordenación la puesta en marcha de "un ambicioso programa municipal de lucha contra el cambio climático".

Equo también comparte varias de sus alegaciones con la Plataforma contra el Muro de Cabueñes.

Por ello su rechazo al proyecto para esa zona que se incluye en el nuevo planeamiento urbanístico al entender que "no se precisa ni el vial planteado, ni las viviendas ni los usos asociados en los nuevos ámbitos urbanizables de Cabueñes". Denuncia el colectivo ecologista "la alteración irreversible" que se va a hacer del carácter de la zona y piden protección para la Quinta del Infanzón, la carbayera que la rodea y el Jardín Botánico.

Un plan que nace muerto

Un repaso a otras zonas de Gijón lleva a Equo a plantearse que "no parece correcto ni justificado" que la vivienda social se centren en zonas como El Cerillero, La Camocha o Tremañes. Y en sus alegaciones también se hacen referencias negativas a la posibilidad de construir en el entorno de la futura "playa verde" de El Rinconín y al desarrollo de 376 viviendas unifamiliares en el Infanzón. Otro matiz. Se pregunta Equo en una de sus 45 alegaciones qué proyectos hay para justificar en una ficha de la avenida de Torcuato Fernández Miranda cesiones para completar instalaciones del Molinón.

Equo presenta todas estas iniciativas pese a dejar claro en una de ellas que "este plan nace muerto porque no ordena con criterios del siglo XXI un territorio y dota de una edificabilidad innecesaria al municipio" teniendo en cuenta el descenso de población.

Publicado en La Nueva España el 29 de mayo de 2016