El arquitecto jefe de Gijón dio un 'pelotazo' con su plan municipal
Joaquín Manso
Madrid
Actualizado lunes 16/03/2009 14:36 horas
El arquitecto jefe del Ayuntamiento de Gijón, Ovidio Blanco, obtuvo un fabuloso pelotazo de 600.000 euros al revender una finca que se había revalorizado extraordinariamente porque él mismo había decidido incluirla en un plan urbanístico municipal.
Esa elevada cantidad se la pagó la inmobiliaria Reyal Urbis, la empresa para la que ahora trabaja –tras pedir una excedencia–, desarrollando un gran proyecto, precisamente, sobre ese suelo.
El proyecto de El Muro, como ya se le conoce en Gijón, consiste en la construcción de unas 600 viviendas distribuidas en 13 grandes bloques de hasta seis alturas, además de adosados, edificios para servicios y una gran vía de acceso de cuatro carriles.
El plan ha desatado una fuerte polémica porque se desarrolla en la parroquia de Cabueñes, una zona rural de singular belleza alejada del centro urbano, donde ahora pastan las vacas entre almiares de heno, y las edificaciones características son hórreos y casonas y, como mucho, algún chalé. De esa norma sólo se sale el hospital de la ciudad.
La aprobación del plan de ordenación urbana de Gijón se produjo en 2007 y soliviantó un rechazo popular que llegó a movilizarse en manifestaciones de hasta 20.000 personas.
Uno de sus aspectos más conflictivos, el de Cabueñes, tiene el apoyo decidido del Ayuntamiento que preside la alcaldesa socialista, Paz Fernández Felgueroso. Su concejal de Urbanismo, Pedro Sanjurjo, ha defendido reiteradamente que el proyecto de El Muro es «irreversible», que no se trata de una «barrera insalvable» y que el entorno donde se desarrolla es «netamente urbano». La principal oposición la ha constituido la extraordinariamente activa plataforma vecinal SOS Cabueñes, que ha pedido la nulidad del plan y que ahora cuenta con el apoyo del PP.
Historiales registrales
Según los historiales registrales que ha consultado EL MUNDO, el interés del Ayuntamiento de Gijón por esos terrenos se inició a principios de los años 90, cuando al frente se encontraba todavía el actual presidente del Principado de Asturias, el socialista Vicente Álvarez Areces. Ya entonces el Consistorio empezó a adquirir parcelas (ahora conserva más del 15%).
Es también en ese momento, en 1992, cuando Ovidio Blanco, que ya era arquitecto municipal, compra allí una finca a la empresa Hoyant, a quien se la revende en 1998. En 2003, sale a información pública el plan de Cabueñes, cuyo diseño incluye la finca y es responsabilidad de Blanco, que sólo 15 días después, según la documentación oficial, se beneficia de una excedencia concedida por el Ayuntamiento.
En el Registro de la Propiedad consta que, curiosamente, en pocos meses el arquitecto recompra a Hoyant la parcela por 20.434 euros para revendérsela finalmente a Reyal Urbis en 2006 por 617.420 euros. Es decir, una plusvalía cercana a los 600.000 euros. Y resulta que la empresa Hoyant, que facilitó a Ovidio Blanco a un precio extrañamente bajo una finca con semejantes perspectivas de beneficio, es también otra de las grandes ganadoras del plan diseñado por el arquitecto: obtuvo 5.597.854 euros en plusvalías al vender otro terreno de la zona al mismo comprador, Reyal Urbis. Y lo hizo precisamente el mismo día que Blanco traspasaba el suyo.
El círculo se cuadra cuando esa inmobiliaria presenta en el Ayuntamiento su programa técnico para construir viviendas en Cabueñes. Lo firma Ovidio Blanco, según ha podido comprobar EL MUNDO.
Blanco es uno de los técnicos más cercanos a la alta política del Principado. De hecho, es uno de los tres arquitectos de la empresa autonómica de gestión del suelo, Sogepsa. En el último año, además, la inmobiliaria de la Caja de Ahorros de Asturias, Beyos y Ponga, ha comenzado a adquirir parcelas del plan de El Muro.
El arquitecto Ovidio Blanco declaró a este periódico que los hechos relatados son ciertos, pero aseguró que su actuación no fue en ningún momento «irregular», sino siempre «inocente y transparente».
Publicado en El Mundo el lunes 16 de marzo de 2009