Ana García
Presidenta de la Asociación de Vecinos de Cabueñes-La Pontica
Esta mañana del martes 10 de marzo, junto con Cristina Moreno, portavoz de la Plataforma ciudadana contra en Muro de Cabueñes y otras vecinas, hemos estado acompañando y apoyando a Domingo Goñi, “Txomin”, en su huelga de hambre frente a los juzgados de Uviéu. No me es posible entender como nadie, la alcaldesa de Llanes en este caso, en un estado democrático de derecho, puede estar autorizada para exigir quitar una camiseta porque simplemente llevaba impresa una opinión, que no era ofensiva ni agresiva para nadie. Poner en una camiseta “La Talá Ilegal” independientemente que sea cierto o no, y que por cierto los tribunales han venido a darle la razón, no debería ser constitutivo de delito ni mucho menos ser objeto de denuncia para ir a la cárcel.
Pero además, me siento especialmente solidaria con la causa de Txomin porque descubro en ella muchas similitudes entre los agresivos planes urbanísticos de Llanes y lo que se pretende hacer, si no conseguimos remediarlo, en Cabueñes.
Hace ya casi un año, en mayo, que los ciudadanos de Xixón hemos presentado casi 3.000 alegaciones contra los planes de urbanización de Cabueñes. Nos dieron unos quince días para hacerlo y aún no hemos recibido respuesta por su parte.
También es cierto que tenemos poca esperanza en sus respuestas, pues el Ayuntamiento de Xixón, el mismo a quien presentamos las alegaciones, es el propio inductor de la urbanización, además de propietario de terrenos y, con los datos de que disponemos hasta el momento, partícipe con los promotores en el negocio inmobiliario.
Y en Cabueñes, como en Llanes, también figura entre los nuevos propietarios Cajastur, a través de su empresa Beyos y Ponga S.A.. En los órganos de gobierno de esta caja están representantes del Principado de Asturias y del Ayuntamiento de Xixón, con nuestra alcaldesa a la cabeza, y es la caja donde la mayoría de nosotros tenemos nuestros ahorros o nuestras nóminas.
Pero en lugar de dedicarse a fines sociales y culturales, como debería ser su cometido, parece que permite la destrucción de nuestro patrimonio en sus propiedades, como recientemente ha denunciado la Plataforma ciudadana contra el Muro de Cabueñes, o tiene entre sus objetivos la participación en oscuros, costosos y posiblemente ilegales apaños inmobiliarios, mientras por otro lado recibe inyecciones de liquidez por parte del Estado, es decir el dinero de todos nosotros, como sacó a la luz pública la Asociación de vecinos de Llanes, AVALL.
Luego, tras las alegaciones vendrán los juicios, y a pesar de que posiblemente estemos en la razón en nuestra defensa del entorno paisajístico y natural de Cabueñes, tendremos que asumir su destrucción como está pasando en Llanes, porque no podremos hacer frente a las costosísimas fianzas que nos pedirán para parar las obras mientras se pronuncian los tribunales.
Evidentemente contra todo esto es muy difícil combatir, no sé si la huelga de hambre será efectiva, pero quizás no queden ya otras alternativas. Como decía Gandhi, y predicaba con el ejemplo, la resistencia pasiva es el método que permite defender todo derecho que se encuentre amenazado, y esto sólo puede hacerse mediante la no-violencia activa. Pero es duro hacerlo y sólo unas pocas personas de gran valor humano y sensibilidad social son capaces de llegar hasta el final, por eso estamos con Txomin.
Mas información sobre la huelga de hambre de Txomin en
La Voz de Asturias el 2 de marzo de 2009
El Comercio y La Nueva España el 3 de marzo de 2009