Gijón, cabeza tractora de la especulación y de la corrupción

GIJÓN


Los constructores aplauden el aumento del suelo edificable que prevé el PGO

Los vecinos de Cabueñes hablan de «especulación y corrupción» en un plan que consideran «la reedición agravada del de Teixidor»

O. ESTEBAN
GIJÓN

Habían apostado por la alternativa más ambiciosa, la 2, la que preveía suelo para 24.000 viviendas, y eso no lo han conseguido. Pero sí han logrado que la alternativa 1, la finalmente elegida, incluya una mayor bolsa de suelo de la prevista. Los constructores gijoneses están satisfechos con los primeros datos adelantados anteayer por el concejal de Urbanismo, Pedro Sanjurjo, sobre lo que serán las bases generales del nuevo Plan General de Ordenación (PGO). Y lo están por dos motivos. En primer lugar, porque entienden que ha sido atendida su petición de disponer de más suelo edificable, solución que, como adelantó EL COMERCIO, se dará ganando bolsas dentro de la zona urbana. Es así como se logra la previsión de unas 20.000 viviendas a desarrollar en los próximos 10 años, en lugar de las algo más de 17.000 que preveía en principio la opción 1 de las tres presentadas en el documento de prioridades a finales de 2009.

El vicepresidente primero de la CAC-Asprocon y promotor local Manuel Pastor se muestra satisfecho también por otro motivo. A saber: que se estén cumpliendo los plazos establecidos y que el nuevo documento pueda ser sometido a la aprobación inicial el próximo día 30 de julio. Eso no resta para que Pastor siga pidiendo a todos los responsables municipales «toda la celeridad posible» para aprobar y poner en marcha el plan. Porque su visto bueno definitivo, tras la anulación del anterior por parte de los tribunales, dará «garantía y seguridad jurídica a aquellos promotores que hubieran adquirido suelo» allí donde están previstos los grandes desarrollos.

La satisfacción de los promotores choca con la decepción, sorpresa e incluso prudencia (en algunos casos) de los portavoces vecinales de la zona rural.
Desconcertados por el hecho de que se hayan empezado a dar datos antes de que el PGO pase por el Pleno, la presidenta de la Federación Les Caseríes, Soledad Lafuente, prefiere esperar a que sea oficial.
Lo mismo que el abogado de la federación, Antonio García, quien califica de «desconcertante» la presentación del viernes porque «esto no es un trámite reglado».
Pero muchos otros dejaron la prudencia de lado.
Los más contundentes fueron, una vez más, los miembros de la Plataforma Ciudadana contra el Muro de Cabueñes, que volvían a referirse a Gijón como «cabeza tractora de la especulación y de la corrupción urbanística en Asturias, al mantener las islas de la especulación alumbradas por Blanco (Castiello y Cabueñes)».
Pero también por haber anunciado el nuevo polígono de Somonte, dando «la oportunidad a cualquiera para especular con esos terrenos antes de la aprobación inicial con suspensión de licencias».
Por todo eso y por algunas cuestiones más, consideran que el PGO que está redactando es una «reedición agravada del viejo Plan Teixidor 2007, nacido y muerto corrupto».

Un polígono que ha creado una gran sorpresa entre los vecinos de Cenero, que desconocen los datos relacionados con este proyecto y más aún la intención de recuperar el proyecto del circuito de Sotiello. Desde Roces se salda la cuestión con un escueto «más de lo mismo», y la sensación de que un verano más les tocará trabajar en temas urbanísticos. Como en Vega, cuya presidenta, Carmen Suárez, menciona un «desolador» que resume el sentir de la parroquia, que espera ver los datos de los anunciados estudios de tráfico y de necesidad de vivienda, entre otros.

El presidente de Porceyo, José Antonio Gutiérrez, por su parte, tan sólo ve un motivo de alegría en los datos presentados: que se haya descartado la opción 2, la más agresiva. Pero para su parroquia, en particular, ve más de un problema. Por un lado, ampliación de suelo industrial y por otro, más viviendas, «que esperamos que sean como máximo de dos o tres alturas». Y para ellos y para todos los demás, otro inconveniente: que los núcleos rurales no vayan a crecer más, algo que Pedro Sanjurjo descartó de forma tajante. «Hacen y deciden lo que quieran. No se puede luchar contra ellos», se resigna Eusebio Ortega, de San Andrés.


Publicado en El Comercio el 4 de julio de 2010