Lucía Castro Jiménez
Estamos en época de dolor y tendremos que sobrellevarlo, con toda la pena que eso supone, pues nuestros ediles y mandamases del Ayuntamiento de Gijón nos quieren enterrar.
A cambio, claro está, de la especulación, de toda esa obra faraónica que nos van a poner. 'Pisos', sí señores, torres de pisos, incluso uno de seis alturas, para que se vea bien desde todo Gijón y el día de mañana podamos enseñar con orgullo a nuestros hijos y nietos las barbaridades de lo que somos capaces los humanos.
Claro, hay que colgarse medallas. Porque les hacemos a cambio una carreterona, que viene desde ningún sitio y va a ninguna parte .
Pero qué buenos son que nos destrozan el valle. ¿Es que no hay nadie en el Ayuntamiento de Gijón con un poco de cordura que diga basta?
No podemos destrozar nuestro bien más preciado, que es la naturaleza. Que, además, tenemos en Cabueñes sin necesidad de coger el coche: se puede ir andando, en bici, etcétera, desde Gijón.
Pero, en fin, tendremos que sobrellevar el luto y el dolor como mejor podamos.
Publicado en El Comercio el día 12 de mayo de 2008