CIDEU. CONGRESO GIJÓN'08
Contribución de las Ciudades ante el cambio climático
LA PLATAFORMA CIUDADANA CONTRA EL MURO DE CABUEÑES SE PREGUNTA POR QUÉ NO SE EXPLICA EN EL CIDEU EL DESARROLLO DEL PGOU
El Ayuntamiento de Gijón, gobernado por el PSOE e IU, clausura mañana con gran pompa el XVI Congreso Iberoamericano del CIDEU, bajo el lema “Sostenibilidad urbana y contribución de las ciudades antes el cambio climático”, con el que ha pretendido dar una imagen pública y mediática de ciudad comprometida con la defensa de los valores medioambientales y promotora de un crecimiento urbanístico sostenible y respetuoso.
Desde la PLATAFORMA CIUDADANA CONTRA EL MURO DE CABUEÑES, queremos reseñar que, desgraciadamente, la realidad de las política promovidas en este sentido por el Ayuntamiento de Gijón, son radicalmente contrarias al fondo y la forma de estos nobles principios y lamentamos profundamente que costosos congresos como el que nos ocupa, costeados por los sufridos bolsillos de todos los gijoneses, sólo respondan al interés por maquillar y falsear mediáticamente el desolador panorama de sus iniciativas urbanísticas y medioambientales en los últimos años.
Queremos subrayar, igualmente, la significativa omisión durante el Congreso de una ponencia del concejal de Urbanismo, Sr. Sanjurjo, o de algún técnico cualificado implicado, sobre el desarrollo y repercusiones del PGOU aprobado por el Ayuntamiento. Punto crucial y relevante en un congreso sobre sostenibilidad urbana, que de informar con veracidad dejaría ver a las claras cual es la política real promovida desde el Ayuntamiento en este sentido, y que es radicalmente contraria a los modelos de desarrollo sostenible que dicen propugnar.
Respecto al contenido del Congreso, lo que los asistentes y una gran mayoría de los ciudadanos de Gijón ignoran es que el PGOU, que contempla la destrucción de las zonas rurales periurbanas de la ciudad con la construcción de más de 9000 viviendas en altura, y cuya fuerte oposición vecinal fue ignorada prepotentemente por el Ayuntamiento, fue aprobado “casualmente” cinco meses antes de que la actual legislación medioambiental les obligase a estudiar las repercusiones e impactos ambientales y paisajísticos que ocasiona el mismo.
No es de recibo, por tanto, que presuman ante la opinión pública de desarrollar un modelo de crecimiento sostenible, que carece de valoraciones y estudios rigurosos de sus impactos.
El Plan urbanístico de Cabueñes, con su carretera de 50 metros de ancho de dimensiones de autopista, y el desarrollos de bloques de viviendas de hasta seis alturas en la cota más alta de la parroquia, pretende destruir para siempre y sin remedio el entorno rural del poniente de la ciudad, cuya herida mortal se divisaría desde medio concejo, en contra de los espacios fluviales, el Jardín Botánico y el complejo de La Laboral, en un entorno que es de todos y del que presume el Ayuntamiento en congresos como este.
Todos los gijoneses y asturianos perderíamos irreparablemente un paisaje único e incomparable, reticulado de setos arbóreos y espacios llanos (bien escaso y valioso en Asturias) en el protegido piedemonte de Deva, cuajado de merenderos y zonas de recreo al aire libre, que disfrutamos no sólo los gijoneses sino también nuestros visitantes, siendo uno de los reclamos turísticos de la ciudad. No olvidemos que, por ejemplo y a la postre, el llamado camping de Deva está situado en la parroquia de Cabueñes.
La PLATAFORMA CIUDADANA CONTRA EL MURO DE CABUEÑES lanza la pregunta a toda la sociedad gijonesa si esta política urbanística, que proyectan llevar a cabo la alcaldesa de Gijón y su responsable de urbanismo, favorece el llamado “arco ambiental”, que tanto publicitan, o es en cambio un cinturón asfixiante de hormigón, asfalto y humos.
Estas actuaciones, y otras impulsadas desde el Ayuntamiento empeorarían los ya alarmantes niveles de contaminación creciente, que ya ni las brisas marinas logran disimular, perjudicando nuestra salud pública y nuestro nivel de calidad de vida en general.
¿Qué sentido tiene que una ciudad como la nuestra, engulla sus zonas rurales periurbanas con bloques de hasta seis plantas, para luego cambiarlos por parques urbanos en urbanizaciones cerradas?
No sólo hay que hacer realmente –y no de forma ficticia- la vida sostenible en las ciudades. La responsabilidad de nuestros gobernantes es promover y conseguir que la vida en nuestras ciudades y territorios sea, en un futuro cercano, mejor que hoy.
CABUEÑES PATRIMONIO DE TODOS
El Ayuntamiento de Gijón, gobernado por el PSOE e IU, clausura mañana con gran pompa el XVI Congreso Iberoamericano del CIDEU, bajo el lema “Sostenibilidad urbana y contribución de las ciudades antes el cambio climático”, con el que ha pretendido dar una imagen pública y mediática de ciudad comprometida con la defensa de los valores medioambientales y promotora de un crecimiento urbanístico sostenible y respetuoso.
Desde la PLATAFORMA CIUDADANA CONTRA EL MURO DE CABUEÑES, queremos reseñar que, desgraciadamente, la realidad de las política promovidas en este sentido por el Ayuntamiento de Gijón, son radicalmente contrarias al fondo y la forma de estos nobles principios y lamentamos profundamente que costosos congresos como el que nos ocupa, costeados por los sufridos bolsillos de todos los gijoneses, sólo respondan al interés por maquillar y falsear mediáticamente el desolador panorama de sus iniciativas urbanísticas y medioambientales en los últimos años.
Queremos subrayar, igualmente, la significativa omisión durante el Congreso de una ponencia del concejal de Urbanismo, Sr. Sanjurjo, o de algún técnico cualificado implicado, sobre el desarrollo y repercusiones del PGOU aprobado por el Ayuntamiento. Punto crucial y relevante en un congreso sobre sostenibilidad urbana, que de informar con veracidad dejaría ver a las claras cual es la política real promovida desde el Ayuntamiento en este sentido, y que es radicalmente contraria a los modelos de desarrollo sostenible que dicen propugnar.
Respecto al contenido del Congreso, lo que los asistentes y una gran mayoría de los ciudadanos de Gijón ignoran es que el PGOU, que contempla la destrucción de las zonas rurales periurbanas de la ciudad con la construcción de más de 9000 viviendas en altura, y cuya fuerte oposición vecinal fue ignorada prepotentemente por el Ayuntamiento, fue aprobado “casualmente” cinco meses antes de que la actual legislación medioambiental les obligase a estudiar las repercusiones e impactos ambientales y paisajísticos que ocasiona el mismo.
No es de recibo, por tanto, que presuman ante la opinión pública de desarrollar un modelo de crecimiento sostenible, que carece de valoraciones y estudios rigurosos de sus impactos.
El Plan urbanístico de Cabueñes, con su carretera de 50 metros de ancho de dimensiones de autopista, y el desarrollos de bloques de viviendas de hasta seis alturas en la cota más alta de la parroquia, pretende destruir para siempre y sin remedio el entorno rural del poniente de la ciudad, cuya herida mortal se divisaría desde medio concejo, en contra de los espacios fluviales, el Jardín Botánico y el complejo de La Laboral, en un entorno que es de todos y del que presume el Ayuntamiento en congresos como este.
Todos los gijoneses y asturianos perderíamos irreparablemente un paisaje único e incomparable, reticulado de setos arbóreos y espacios llanos (bien escaso y valioso en Asturias) en el protegido piedemonte de Deva, cuajado de merenderos y zonas de recreo al aire libre, que disfrutamos no sólo los gijoneses sino también nuestros visitantes, siendo uno de los reclamos turísticos de la ciudad. No olvidemos que, por ejemplo y a la postre, el llamado camping de Deva está situado en la parroquia de Cabueñes.
La PLATAFORMA CIUDADANA CONTRA EL MURO DE CABUEÑES lanza la pregunta a toda la sociedad gijonesa si esta política urbanística, que proyectan llevar a cabo la alcaldesa de Gijón y su responsable de urbanismo, favorece el llamado “arco ambiental”, que tanto publicitan, o es en cambio un cinturón asfixiante de hormigón, asfalto y humos.
Estas actuaciones, y otras impulsadas desde el Ayuntamiento empeorarían los ya alarmantes niveles de contaminación creciente, que ya ni las brisas marinas logran disimular, perjudicando nuestra salud pública y nuestro nivel de calidad de vida en general.
¿Qué sentido tiene que una ciudad como la nuestra, engulla sus zonas rurales periurbanas con bloques de hasta seis plantas, para luego cambiarlos por parques urbanos en urbanizaciones cerradas?
No sólo hay que hacer realmente –y no de forma ficticia- la vida sostenible en las ciudades. La responsabilidad de nuestros gobernantes es promover y conseguir que la vida en nuestras ciudades y territorios sea, en un futuro cercano, mejor que hoy.
CABUEÑES PATRIMONIO DE TODOS