El Ayuntamiento que escoja bando

ANÁLISIS
Los culpables 

PEDRO HERRERO


PRIMERO: El gobierno local. Delante de sus ojos, por más de 17 años, se han producido manejos que involucraban a funcionarios de alto nivel ¿Es Ovidio Blanco el único? No es suficiente con tirar balones fuera a la fiscalía. Tendrá que haber responsables municipales investigando, ya que entre lo penal y lo corrupto hay un trecho largo.

Segundo: Una oposición inactiva y sin iniciativa, a la que la situación parece venir grande. Que clama por una comisión de investigación (recurso de vagos), y que ahora, cuando no quiso o no se interesó en el pasado, pide que le dejen hecha la faena. La oposición debe fiscalizar la acción política, esa es su labor, para eso cobra y tiene asesores. Que busquen información pública nueva en los registros de la propiedad.

Tercero: Usted y yo. Sí. Ciudadanos de memoria frágil. Miembros de una sociedad desanimada que da manga ancha a sus mediocres responsables públicos. Lectores de una prensa deteriorada que rehúye la crítica y el riesgo. Hemos generado una clase política sin honor, de piel fina y nulo sentido de la responsabilidad.

El Ayuntamiento tiembla porque los actos nulos no prescriben ni pueden ser sanados. Si el arquitecto cometió alguna irregularidad es posible la anulación retroactiva de las actuaciones en que tomo parte. Es decir, tumbar el plan entero. Escribió Betham «las críticas a los hombres públicos son útiles, incluso cuando son injustas».
Los socialistas que atacan la patrimonialista concepción del gobierno vasco del PNV no la observan en Gijón. Estos tristes manejos siempre germinan en el ejercicio del poder ininterrumpido. Defender la legalidad de estos actos, es defender indirectamente a Ovidio Blanco.
El Ayuntamiento que escoja bando, o con los ciudadanos o que no estorbe. Se lo exigimos. Nos lo debe.


Publicado en El Comercio el 21 de marzo de 2009