A mala lluvia, buen paraguas
Ana García
Presidenta de la Asociación de Vecinos de Cabueñes La Pontica
El 11 de febrero tenemos nuestra asamblea anual y es el momento para valorar lo mucho o poco que hemos podido hacer y medir nuestras fuerzas para este año. Como digo siempre, es importante participar, porque la Asociación la hacemos todos, desde el que asiste a las reuniones de distrito, hace los informes y lleva las cuentas, hasta el que aporta leña para la foguera y cava la poza para que un niño apadrine un árbol. Sólo con las aportaciones de todos tiene sentido continuar.
Una novedad ha sido el nuevo uniforme voluntario de los niños del Colegio, parece que es el primer colegio público en ponerlo, no sé si esto representa un avance pero, por desgracia, seguimos estando a la cola en muchas otras cosas, con aulas saturadas, hacinamiento en el comedor, aseos en una barraca y unas reformas que no acaban de empezar, como reiteradamente vienen denunciando los padres.
No hay dinero, dicen, la crisis, pero consejeros, funcionarios y altos cargos van a la cárcel acusados de corrupción, malversación de fondos públicos y otros delitos.
Con respecto a la urbanización salvaje prevista, se han dado pasos importantes, como la suspensión del anterior PGO y la paralización del Plan Parcial, o el juicio que la Plataforma tiene pendiente contra las irregularidades y los enriquecimientos, posiblemente ilícitos, de algunos responsables.
Pero parece que cada avance que, con esfuerzo, los vecinos conseguimos, es contraatacado por los que quieren ver a nuestro entorno arrasado.
Se aprobó un nuevo PGO, con los votos del PSOE e IU y la abstención del PP, donde además de la barbaridad prevista, se incorporaban también el Plan de Peñafrancia y el Plan del Infanzón que en conjunto suponen masacrar más del 17% de la superficie de nuestra parroquia.
Luego vendrán todos con sus cantos de sirena a pedirnos el voto, pero no nos dejemos engañar, hay que seguir luchando unidos, si lo conseguimos hasta ahora, podemos hasta el final.
Pero quizás lo más característico este año ha sido la mala lluvia.
Lluvias intensas en junio que anegaron campos y caminos y desbordaron arroyos.
Nuestra tradicional fiesta fue suspendida, era imposible acceder al prau y tuvo que aplazarse.
Y en diciembre volvieron las lluvias a la carga inundando casas y complicando los accesos en la mismísima carretera nacional.
Es sabido que no se puede luchar contra las inclemencias y la naturaleza cobra sus impuestos en el peaje de la vida, pero dice mucho de nuestro nivel de desarrollo cuando las mismas inundaciones causan los mismos desastres en el mismo sitio en un plazo de seis meses, como ha pasado en Cabueñes.
Publicado en La Fueya Vecinal núm. 14, órgano de expresión de la Asociación de Vecinos de Cabueñes La Pontica. Enero de 2011.