El PP recrimina a IU que apruebe para el Rinconín las viviendas que no quiere para Poniente
El edil Pablo Fernánez critica que sólo hayan estimado un dos por ciento de sus alegaciones
EUROPA PRESS. 24.01.2011
El concejal del PP Pablo Fernández ha negado este lunes que su partido haya propuesto para el solar de Naval Gijón la construcción de viviendas de lujo, aunque puntualizado que reclaman para Poniente lo mismo que concede el Gobierno Local al Rinconín. Asimismo, en respuesta a las críticas de IU, ha recordado que en Poniente se desarrollaron ya pisos de lujo que han ido aislando la industria pesada de la zona y llevándola al cierre. "Son ellos quienes han planificado la ciudad así", ha indicado.
Así lo ha hecho en rueda de prensa posterior a la Comisión de Urbanismo en la que se trataba el tema de las alegaciones al Plan General de Ordenación (PGO). Fernández le ha recriminado al portavoz de IU, Jesús Montes Estrada, que haya confirmado su voto positivo para las alegaciones del PGO cuando implican construir 150 viviendas de lujo para el Rinconín, donde sólo hay chalés.
Asimismo, ha insistido en que lo que pedía el PP era optimizar el suelo, acompañando la parte industrial con actividades de ocio y uso residencial, especialmente por su ubicación. Para él, IU y PSOE tendrán que explicar a los electores su actuación en este asunto, que él ha atribuido "simplemente a la inercia de las tendencias políticas", y ha instado a que no acusen a la oposición de una situación que ellos mismos han generado.
También ha criticado este lunes el poco tiempo de margen que les da el Gobierno Local para estudiar la respuesta a las casi 1.500 alegaciones presentadas al Plan General de Ordenación (PGO) antes del Pleno del próximo viernes, donde se votará su aprobación inicial. Fernández ha indicado que de las alegaciones del PP, sólo estimaron cerca de un dos por ciento.
Entre algunas de las estimadas, ha apuntado que está la necesidad de un plan de movilidad, algo en lo que está de acuerdo el Ayuntamiento, pero no de forma paralela al PGO; sino en cuatro años a partir de la aprobación de éste.
Otra alegación estimada parcialmente es la del Peri XI. En este caso, ha apuntado que sí miraron al Rinconín -con alusión a permitir que permanecieran los establecimientos hosteleros donde están— pero no a Cabueñes y el Plan Parcial previsto. Por este motivo, se ha preguntado sobre si hay vecinos de distinta categoría.
Asimismo, ha incidido en que el resto de alegaciones del PP quedaron desestimadas. En el caso de los núcleos rurales, ha puesto de ejemplo la superficie mínima de edificación en núcleos rurales, que el Ayuntamiento la marca en 2.000 metros cuadrados cuando el PP proponía que fuera menor.
Sobre el suelo industrial, se desestima también edificar el cien por cien de las ya urbanizadas como pedía el PP, al decir, entre otras cosas, que traería problemas de tráfico. Fernández ha indicado que desecharon además sus alegaciones sobre suelo urbano, porque, según el Ayuntamiento, sería cambiar el modelo urbanístico de la ciudad, algo que el PP cree necesario.
El edil ha criticado también que no dejen aumentar la edificabilidad de algunas zonas trasvasándola de otras. Una propuesta que el Ayuntamiento cree " jurídicamente inviable", ha indicado antes de preguntarse sobre que si se hace en el Muselín por qué no se puede en Cabueñes.
Frente a esto, se han estimado algunas alegaciones de promotores para aumentar la edificabilidad de algunos solares o viviendas. Para el concejal, si se construyen más viviendas el precio de éstas bajarán, al tiempo que aumentará el empleo a través del sector de la construcción.
También ha citado la alegación presentada para soterrar el tren de alambrón que va de ArcelorMittal hasta El Muselín, al igual que se va a hacer con la ronda de camiones, lo que mejoraría la situación de los vecinos de Jove, La Calzada y Cerillero. No obstante, fue rechazada porque el Ayuntamiento argumenta que se trata de una compañía privada y el espacio liberado no generaría las plusvalías necesarias. Contra esto, el PP cree que se conseguiría al menos un 80 por ciento del coste con las plusvalías, además de que los beneficios para los ciudadanos y los barrios serían mucho mayores.
Artículo publicado en 20 Minutos el 24 de enero de 2011
Compactar o no compactar
El cormorán
Compactar o no compactar
El Ayuntamiento vuelve a caminar por el cortoplacismo en la revisión del PGOU
JAVIER MORÁN
El argumento que maneja desde hace tiempo el edil de Urbanismo, el cabal Sanjurjo, es el siguiente: Cabueñes es ya zona urbana; por tanto, constrúyase más. O sea, vamos a colmatar, que es la palabra que utilizan en el gremio urbanístico. O vamos a compactar, que es lo que repite la municipalidad después de haber descubierto el Mediterráneo, es decir, que la forma de crecimiento urbano más usual, práctico y económico es la de la extensión como una mancha de aceite. Pero la compactación a la que aspira el Ayuntamiento tiene más de pose -ahora progresista, antes del pasado régimen- que de sincero deseo. De hecho, es pretensión contradictoria con los desarrollos previstos para Castiello. Esto es, se compacta Castiello en sí mismo, con medias densidades que sabe Dios cómo van a quedar, pero no se compacta Castiello con el resto de la ciudad, salvo que Felgueroso obtuviera de Fomento otro ramal del metrotrén hacia dicha área.
En cambio, sí es cierto que Cabueñes está mejor comunicado por medios públicos, y dentro de un tiempo incierto lo estará también mediante el citado metrotrén. Sin embargo, algo nos da en la nariz que una función principalísima del urbanismo es la de poner límites a la presión inmobiliaria, tan humana en definitiva.
En cuanto a la dudosa compactación que abandera el Ayuntamiento, si fuera cierta, Gijón tendría que crecer desde sus bordes e incluso plantearse operaciones mucho más ambiciosas a largo plazo, como aquella que alguien ya enunció hace años: el continuo urbano llega hasta Tremañes, zona de polígonos industriales obsoletos por cuyas calles difícilmente entra un camión de varios ejes; en consecuencia, el traslado paulatino de dichas instalaciones a otra zona del concejo liberaría suelo para 10 o 15 años de edificación. Pero no vamos a presumir aquí de tener las cosas del todo claras. La desgracia es que el documento de prioridades del futuro PGOU nos ayuda bien poco a analizar el asunto. Tras el fracaso del PGOU de 2005, el Ayuntamiento no ha espabilado y vuelve a caminar por lo segado y por el cortoplacismo en un concejo cuyo suelo es cada vez más limitado.
Publicado en La Nueva España el 12 de diciembre de 2009
Compactar o no compactar
El Ayuntamiento vuelve a caminar por el cortoplacismo en la revisión del PGOU
JAVIER MORÁN
El argumento que maneja desde hace tiempo el edil de Urbanismo, el cabal Sanjurjo, es el siguiente: Cabueñes es ya zona urbana; por tanto, constrúyase más. O sea, vamos a colmatar, que es la palabra que utilizan en el gremio urbanístico. O vamos a compactar, que es lo que repite la municipalidad después de haber descubierto el Mediterráneo, es decir, que la forma de crecimiento urbano más usual, práctico y económico es la de la extensión como una mancha de aceite. Pero la compactación a la que aspira el Ayuntamiento tiene más de pose -ahora progresista, antes del pasado régimen- que de sincero deseo. De hecho, es pretensión contradictoria con los desarrollos previstos para Castiello. Esto es, se compacta Castiello en sí mismo, con medias densidades que sabe Dios cómo van a quedar, pero no se compacta Castiello con el resto de la ciudad, salvo que Felgueroso obtuviera de Fomento otro ramal del metrotrén hacia dicha área.
En cambio, sí es cierto que Cabueñes está mejor comunicado por medios públicos, y dentro de un tiempo incierto lo estará también mediante el citado metrotrén. Sin embargo, algo nos da en la nariz que una función principalísima del urbanismo es la de poner límites a la presión inmobiliaria, tan humana en definitiva.
En cuanto a la dudosa compactación que abandera el Ayuntamiento, si fuera cierta, Gijón tendría que crecer desde sus bordes e incluso plantearse operaciones mucho más ambiciosas a largo plazo, como aquella que alguien ya enunció hace años: el continuo urbano llega hasta Tremañes, zona de polígonos industriales obsoletos por cuyas calles difícilmente entra un camión de varios ejes; en consecuencia, el traslado paulatino de dichas instalaciones a otra zona del concejo liberaría suelo para 10 o 15 años de edificación. Pero no vamos a presumir aquí de tener las cosas del todo claras. La desgracia es que el documento de prioridades del futuro PGOU nos ayuda bien poco a analizar el asunto. Tras el fracaso del PGOU de 2005, el Ayuntamiento no ha espabilado y vuelve a caminar por lo segado y por el cortoplacismo en un concejo cuyo suelo es cada vez más limitado.
Publicado en La Nueva España el 12 de diciembre de 2009
caso Blanco: alegaciones de los vecinos de Cabueñes
GIJÓN
Los últimos movimientos en el juzgado datan de noviembre
M. M. | GIJÓN
Los últimos movimientos en el juzgado de instrucción número 5 de Gijón, en relación con el caso Blanco, datan de finales de octubre y principios de noviembre.
Tienen que ver con el traslado a las partes de un escrito del Ministerio Fiscal y unas alegaciones de los vecinos de Cabueñes, a raíz de la presentación del último informe pericial que cerró las diligencias previas.
El documento presentado por Ignacio Martínez, asesor de la plataforma contra el Muro de Cabueñes, acredita la clasificación y calificación de la finca La Llosona, objeto del proceso, y establece la evolución paralela de su valor patrimonial durante la elaboración del planeamiento urbanístico de Gijón, entre los años 2003 y 2007.
De acuerdo a la misma, mientras que el último plan Rañada, de 1998, contemplaba la finca como «rural extensivo no urbanizable» y le asignaba un valor económico «escaso», el redactado por Teixidor le asignó desde su inicio, en 2003, hasta su conclusión, en 2007, un valor económico «elevado», como «urbanizable».
Según el informe, el cambio clave de este suelo incluido en el plan parcial de Cabueñes se dio el 15 de diciembre de 2003. Es decir, sólo quince días antes de que se hiciera efectiva la excedencia de Ovidio Blanco al frente del servicio técnico de Urbanismo del Ayuntamiento.
En su escrito de alegaciones, los vecinos de Cabueñes sostienen que, a la luz de esa prueba, se hace necesaria la práctica de testificales a Pedro Sanjurjo, Jesús Morales y la alcaldesa, anteriormente denegadas por el juez instructor.
Publicado en El Comercio el 11 de enero de 2011
Los últimos movimientos en el juzgado datan de noviembre
M. M. | GIJÓN
Los últimos movimientos en el juzgado de instrucción número 5 de Gijón, en relación con el caso Blanco, datan de finales de octubre y principios de noviembre.
Tienen que ver con el traslado a las partes de un escrito del Ministerio Fiscal y unas alegaciones de los vecinos de Cabueñes, a raíz de la presentación del último informe pericial que cerró las diligencias previas.
El documento presentado por Ignacio Martínez, asesor de la plataforma contra el Muro de Cabueñes, acredita la clasificación y calificación de la finca La Llosona, objeto del proceso, y establece la evolución paralela de su valor patrimonial durante la elaboración del planeamiento urbanístico de Gijón, entre los años 2003 y 2007.
De acuerdo a la misma, mientras que el último plan Rañada, de 1998, contemplaba la finca como «rural extensivo no urbanizable» y le asignaba un valor económico «escaso», el redactado por Teixidor le asignó desde su inicio, en 2003, hasta su conclusión, en 2007, un valor económico «elevado», como «urbanizable».
Según el informe, el cambio clave de este suelo incluido en el plan parcial de Cabueñes se dio el 15 de diciembre de 2003. Es decir, sólo quince días antes de que se hiciera efectiva la excedencia de Ovidio Blanco al frente del servicio técnico de Urbanismo del Ayuntamiento.
En su escrito de alegaciones, los vecinos de Cabueñes sostienen que, a la luz de esa prueba, se hace necesaria la práctica de testificales a Pedro Sanjurjo, Jesús Morales y la alcaldesa, anteriormente denegadas por el juez instructor.
Publicado en El Comercio el 11 de enero de 2011
Gijón a la cabeza de la especulación urbanística
UGT y Comisiones apoyan el nuevo Plan General por su gestión de más suelo industrial
«La ciudad es la cabeza tractora de la especulación urbanística», denuncia la Plataforma Contra el Muro de Cabueñes
R. GARCÍA / J. M. CEINOS
Los dos sindicatos mayoritarios en la comarca, UGT y Comisiones Obreras (CC OO), mostraron ayer su «satisfacción» con el avance del nuevo Plan General de Ordenación de Gijón, con el que está previsto generar más suelo industrial, que era una vieja reivindicación de las citadas centrales sindicales.
Héctor Roces, secretario general de la UGT de Gijón, señaló que el nuevo planeamiento «es un acierto y coincido con la valoración que hace el concejal de Urbanismo en que queremos que Gijón, y así lo venimos manteniendo, sea una ciudad industrial, y apostar por una ciudad más industrial es ir por el buen camino». Desde la dirección ugetista se piensa que «este plan puede garantizar el crecimiento económico de la ciudad, generando nuevos polígonos industriales, como el de Somonte, que servirán para crear nuevos empleos».
Por su parte, Roque Galcerán, en nombre de CC OO, declaró: «Nosotros remitimos al Ayuntamiento un escrito en el que pedíamos dos cosas importantes: una, que se garantizara que hubiera más suelo industrial, que por lo que vemos se cumple por la zona de Somonte y la ZALIA, y segundo, que también hubiera suelo suficiente para construir viviendas accesibles para las capas más débiles de la sociedad, especialmente los jóvenes». Por ello, «en una primera aproximación, y habrá que leer la letra menuda, en principio estamos satisfechos». Y recalcó Galcerán: «Gijón es el motor industrial de Asturias y como tal lo que hay que hacer es poner en el mercado suelo industrial para que se puedan seguir haciendo industrias».
¿Y los vecinos? La Plataforma Ciudadana Contra el Muro de Cabueñes, que tiene un fuerte conflicto con el Ayuntamiento por el desarrollo residencial de esa zona, asegura que el PGO convierte Gijón en «la cabeza tractora de la especulación urbanística en Asturias al mantener las islas de la especulación alumbradas por Ovidio Blanco», en referencia a Castiello y Cabueñes.
La Plataforma, por otra parte, insiste en las irregularidades en el diseño del catálogo que ponen en peligro su legalidad.
Los vecinos de la zona rural, por su parte, aseguran que el nuevo Plan General de Ordenación es «más de lo mismo». Carmen Suárez, representante vecinal de la zona rural gijonesa se pregunta la utilidad que tendrá el nuevo suelo urbanizable que plantea el Ayuntamiento: «No se si de verdad piensan que se van a crear tantos puestos de trabajo con ese suelo, son ganas de convertir en urbanizable todo el suelo». «Sus números no concuerdan con la realidad», concluye Suárez.
Publicado en La Nueva España el 04 de julio de 2010
«La ciudad es la cabeza tractora de la especulación urbanística», denuncia la Plataforma Contra el Muro de Cabueñes
R. GARCÍA / J. M. CEINOS
Los dos sindicatos mayoritarios en la comarca, UGT y Comisiones Obreras (CC OO), mostraron ayer su «satisfacción» con el avance del nuevo Plan General de Ordenación de Gijón, con el que está previsto generar más suelo industrial, que era una vieja reivindicación de las citadas centrales sindicales.
Héctor Roces, secretario general de la UGT de Gijón, señaló que el nuevo planeamiento «es un acierto y coincido con la valoración que hace el concejal de Urbanismo en que queremos que Gijón, y así lo venimos manteniendo, sea una ciudad industrial, y apostar por una ciudad más industrial es ir por el buen camino». Desde la dirección ugetista se piensa que «este plan puede garantizar el crecimiento económico de la ciudad, generando nuevos polígonos industriales, como el de Somonte, que servirán para crear nuevos empleos».
Por su parte, Roque Galcerán, en nombre de CC OO, declaró: «Nosotros remitimos al Ayuntamiento un escrito en el que pedíamos dos cosas importantes: una, que se garantizara que hubiera más suelo industrial, que por lo que vemos se cumple por la zona de Somonte y la ZALIA, y segundo, que también hubiera suelo suficiente para construir viviendas accesibles para las capas más débiles de la sociedad, especialmente los jóvenes». Por ello, «en una primera aproximación, y habrá que leer la letra menuda, en principio estamos satisfechos». Y recalcó Galcerán: «Gijón es el motor industrial de Asturias y como tal lo que hay que hacer es poner en el mercado suelo industrial para que se puedan seguir haciendo industrias».
¿Y los vecinos? La Plataforma Ciudadana Contra el Muro de Cabueñes, que tiene un fuerte conflicto con el Ayuntamiento por el desarrollo residencial de esa zona, asegura que el PGO convierte Gijón en «la cabeza tractora de la especulación urbanística en Asturias al mantener las islas de la especulación alumbradas por Ovidio Blanco», en referencia a Castiello y Cabueñes.
La Plataforma, por otra parte, insiste en las irregularidades en el diseño del catálogo que ponen en peligro su legalidad.
Los vecinos de la zona rural, por su parte, aseguran que el nuevo Plan General de Ordenación es «más de lo mismo». Carmen Suárez, representante vecinal de la zona rural gijonesa se pregunta la utilidad que tendrá el nuevo suelo urbanizable que plantea el Ayuntamiento: «No se si de verdad piensan que se van a crear tantos puestos de trabajo con ese suelo, son ganas de convertir en urbanizable todo el suelo». «Sus números no concuerdan con la realidad», concluye Suárez.
Publicado en La Nueva España el 04 de julio de 2010
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